Comer: Un Acto de Conexión
- Mujer Manantial
- 29 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 nov 2024
"¿Alguna vez te has dado cuenta de que comer no solo es alimentarse, sino también una forma de conectar con los demás? En México, un simple '¡provechito!' puede convertir a un extraño en un amigo." La alimentación es una de las pocas cosas que compartimos, ya sea con amigos o desconocidos.
Comer es un acto social que tiende puentes de comunicación: se dialoga y se escucha, se comparte –“pásame la salsa”, “pásame la sal”- Es así que aun estando en un puesto de la calle compartimos alimentos en comunidad.
La cocina como espacio sagrado

Ahora imagina o recuerda como es pasar tiempo en la cocina con alguien más, ¿Qué ocurre? ¿Qué charlas surgen? La cocina es ese espacio mágico donde los ingredientes se transforman en algo delicioso que, además, nos da energía. Porque comer es eso: una de nuestras principales fuentes de energía. So, ¿por que no prestarle la debida atención?
Sin embargo parece que cocinar se ha vuelto una hacer poco práctico, casi una “lata”, algo que da “paja”.¿Quién necesita verduras frescas cuando puedes tener un paquete brillante que dice 'listo para comer'? ¡Es como magia (falsa)! Pero... ¿realmente queremos eso? Parece que nos quieren decir “mientras menos tiempo pases con tus alimentos, mejor!”
Los alimentos procesados pueden tener un impacto negativo en nuestra salud. Tan solo escucha a tu alrededor: problemas de presión alta, diabetes y obesidad son tan comunes que parecen normales, pero no lo son. Una cuerpa sana y vital si lo es.
El desafío de la vida moderna
Estos días me he encontrado reflexionando sobre, como al mudarme a una ciudad más grande, he notado que los tiempos para estar en la cocina son cada vez más reducidos. Incluso para mi entorno parece ser una labor minimizada, pesada o aburrida.
Así que me propuse algo para este ciclo lunar (porque la luna guía nuestros ciclos). Quiero compartir contigo un proyecto que busca que esta práctica del buen vivir* no pase al olvido, que el despojo no se apodere de nuestra alimentación, nuestras tradiciones y nuestra cercanía con los alimentos (y por lo tanto los cultivos). Se llama: Comer gozando
Proyecto: Comer Gozando
El objetivo es comer rico y lo menos procesado posible. A través de varias prácticas, podamos re-apropiarnos de este espacio que nos merece enteras, en conciencia y en presencia. Aquí van algunas ideas que me he propuesto a mí misma (y estoy abierta a sumar las tuyas):

Lentitud: Fuera la productividad. Quiero darme tiempo (e invitarte a que también lo hagas) para disfrutar cada paso: desde elegir los frutos, verduras, conservas, … hasta servirlo bonito y comer con la dignidad y el tiempo necesarios para mi ser.
Hacer un recetario: Recordar y pedir a la bandita esas recetas familiares que nos hacen sonreir.
Hacer fermentos: ¡Al menos Chukrut!. Es más fácil de lo que parece y uff! la cantidad de prebióticos que nos aporta!!
Comidas calientes: Este invierno, ¡abracemos los tés, atoles, ponches y sopitas como si fueran nuestros mejores amigas!
Ensaladas y vegetales: ¡Llenarnos de vitaminas para mantener nuestro sistema inmune “al tiro”.
Así que, ¿qué dices? ¿Te unes a este viaje gastronómico? Cuéntame tus experiencias y juntas hagamos de la cocina un lugar lleno de amor y conexión.
*El concepto del Buen Vivir, también conocido como Sumak Kawsay en kichwa o Suma Qamaña en aymara, es una filosofía de vida originaria de las culturas indígenas de América Latina, especialmente en Ecuador y Bolivia. Se centra en la búsqueda de la felicidad y el bienestar a través de la armonía con la naturaleza y las relaciones comunitarias.
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