Me habito en expansión
- Mujer Manantial
- 16 mar 2024
- 3 Min. de lectura

Las líneas que te comparto debajo las escribí la semana pasada. Un poco de contexto para ti, recién llegué a un nuevo lugar donde pretendo habitar al menos un año. Me parece curiosa la forma en que los cambios me invitan a la expansión; le pongo atención al festin que la incertidumbre, el miedo y la exigencia hacen: noto el bucle en mi mente del miedo a envejecer sin dinero, quizá sea la forma en que el sistema oprime, ¿a alguien más le sucede?; encuentro creencias que piden transformación y me doy cuenta de como el agua me permite ir soltando.
Cambio de piel
Cambio de lugar de vivienda.
¿Cuáles son las posibilidades de una vida rebelde?
La incertidumbre me respira en la nuca,
me susurra con su cruda voz
-¿Cómo vas a pagar tu vejez?,
¿Cómo pagarás la siguiente renta?,
Ya no le interesas a la industria del empleo,
porque hueles a rebeldía,
eso no les gusta-.
Vine a desayunar al mercado de Hunucmá.
-Si estoy cambiando quizá no quiera comer en el mismo sitio de siempre-
me digo.
Me siento en el lugar de a lado.
Me corren las lágrimas en la cara al descubrir que no me gusto lo que pedí.
Lo siento crudo.
Me paso igual el bocado.
Tenía carne, olvide pedirlo sin carne.
Hoy comí carne.
-si estoy cambiando quizá pueda concederme
ciertos permisos para explorar si me gusta o no-
me digo.
-Sabe bien, pero ¿de dónde vendrá ésta carne?
¿De qué animal era?
¿Que partes de su cuerpo es?-
me lleno de dudas y se aviva mi llanto.
Fueron apenas 3 bocados, que me recuerdan que
la carne no me gusta por la crueldad que existe detrás,
los abusos que perpetuán esas prácticas.
Reafirmo que no quiero ese cambio en mi vida.
Lloró en medio del mercado,
sentada en mi mesa roja,
donde me han atendido.
Lloro por no saber muy bien quién soy.
Lloro por los animales que son asesinados a merced de nuestro gusto.
Mis lágrimas caen silenciosas por mi cara,
mis ojos se empañan
y nadie viene a pedirme mi plato.
Es raro que alguien quiera hablar con el llanto.
Sino soy la que vive en la playa,
ni la que vivie cerca de su tribu,
ni la que tienen un firme posicionamiento vegetariano,
ni la que tiene todo solucionado.
¿Quién soy yo?
Si he regresado a vivir a una ciudad,
si no sé que me depará el futuro,
si no tengo resuelta mi mudanza,
si no sé dónde conseguir agüita para llenar mi garrafón,
si siento miedo en las noches por vivir en un nuevo sitio.
¿Quién soy yo?
Si el playlist que escuchaba ya no me inspira,
si la colectiva de la que soy parte ya no me entusiasma,
si extraño ver a mamá andar por ahí con toda su gracia y su luz,
si hecho de menos la cercanía con Fabi,
y los constantes cuidados de papá.
Si anhelo encuentros con Majo.
Si estoy cansada de sacudir.
¿Quién soy yo?
La pregunta me queda grande,
me invita a desvestirme de todo lo que fui,
quitarme la piel entera.
Me siento perdida.
Aunque ya he sentido esto antes.
Ya me he sentido la transformación antes.
Pero algo en mi se aferra,
quiere seguridad,
la comodidad de lo conocito.
El calorcito de los brazos de quienes amo.
Hoy se siente nostalgia en mi cuerpa.
El miedo me asusta colaborando con incertidumbre.
Mis lágrimas son demostraciones de mi blandura,
de mi disposición a cambiar,
de mi entrega a la preciosas posibilidades que la vida me propone.
Hoy sólo deseo remojarme en la mar.
Sacarme el polvo de encima.
Flotar y jugar.
Encontrarme con un pez.
Ser abrazada con la inmensidad del azul-verde.
Dónde mis lagrimas sumarán a la salinidad
y esa es la misma sal que me limpiará.

Al final, cuando entro la luna nueva en domingo 10 me sentí renovada, un poco por los regalos que la novedad me trae consigo; pero sobre todo por ver como se van materializando mis creaciones, que reconozco que nacieron como pequeños impulsos hace unos años y que ahora son reales, ya les contaré más detalles de lo último. Mientras decirles que dejo esto por aquí porque creo que el registro de cada una de las fases que voy siendo son importantes. Además lo dejo como inspiración para que tú tambien te animes a atestiguar tu vida y ciclicidades a través de la escritura.
Besitos y feliz temporada pisciana. Ya casi cerramos el año astrológico y es normal que algunas versiones nuestras mueran y las nuevas se hagan presentes.

MANTRA PARA SITUACIONES DE CAMBIO
Me abro a las infinitas posibilidades que la vida tiene para mi.
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